Los motivos por los que se abandona en una carrera o maratón suelen ser cuatro: calambres o lesiones, incapacidad para mantener el ritmo de la misma, ampollas y falta de hidratación o glucógeno en sangre.

Los calambres pueden surgir tanto de una deshidratación como de falta de potasio. Por ello, es importante llevar una dieta equilibrada y reponer líquidos durante la carrera o maratón. Si ya nos ha dado el calambre entonces lo que debemos hacer es estirar el músculo afectado, aprovecharemos también para hidratarnos.
Mantener el ritmo es algo complicado pues requiere tanto del entrenamiento previo como de las circunstancias físicas y psíquicas del día de la carrera o maratón. Si no estamos siendo capaces de llevar el ritmo, debemos pensar en cual es la causa para así ponerle remedio. Las causas más comunes son: falta de preparación, el ritmo de los demás corredores nos lleve por encima de nuestras posibilidades, condiciones climáticas, falta de descanso, falta de alimentación o hidratación y nervios. Lo importante sobre todo en una media maratón o maratón es llevar un ritmo cómodo y llegar a la meta sin lesiones.
Prevenir. Este es el mejor consejo. Para ello, necesitaremos unas zapatillas que no sean nuevas, así sabemos que no nos harán daño, que sea transpirable y unos calcetines que absorban la humedad. Si creemos que aún así pueden salir, trataremos las zonas con productos antiampollas o protección como tiritas especiales y resistentes al sudor.
En una maratón o carrera de alta intensidad hay un momento en el que el cuerpo se queda sin reservas de glucógeno muscular o hepático, debido al gasto de energía realizado. En este momento nuestro cuerpo no podrá más y nos veremos obligados a retirarnos. Para evitarlo, lo mejor es hidratarse e ingerir alimentos incluso aunque no nos apetezca. Una bebida isotónica y un alimento de rápida absorción nos ayudarán a reponer antes de que el cuerpo se quede a 0.