Cuando nos preparamos para una carrera y planeamos los entrenamientos sólo una palabra viene a nuestra mente, correr. Pero la verdad es que hay que hacer entrenamientos complementarios para sacar el mayor partido de nuestros entrenamientos.
Al añadir un entrenamiento complementario a correr no sólo mejoraremos distintos aspectos que influyen en nuestro desempeño durante la carrera sino que también nos ayudarán a prevenir lesiones. Este trabajo complementario se puede dividir en distintos tipos:
De fuerza
Para correr más rápido y ganar resistencia debemos mejorar trabajar la fuerza física. Trabajar la fuerza no implica ir al gimnasio a levantar pesas, podemos hacer ejercicios de fuerza específicos para la carrera como las cuestas o circuitos de condición física.
Fortalecimiento abdominal
La zona abdominal y lumbar juegan un papel muy importante a la hora de correr por eso es importante trabajar y fortalecer estas zonas ya que son las que controlan nuestra postura.
Flexibilidad
Los estiramientos son muy importantes para recuperarnos tras un esfuerzo físico y evitar lesiones. Es importante realizar los estiramientos después de cada sesión, con ello ganamos estabilidad y evitamos posibles molestias en los músculos.
Entrenamiento cruzado
Para trabajar nuestra capacidad aeróbica podemos hacer otros entrenamientos como bicicleta o nadar, actividades en las que al contrario que en la carrera no se sufren impactos. Estos entrenamientos son especialmente importantes cuando estamos lesionados y no podemos correr ya que nadar o hacer bicicleta nos ayudarán a mantener nuestra capacidad aeróbica.
Como veis los entrenamientos complementarios son claves a la hora de entrenar. Cuando nos planifiquemos las sesiones de entrenamiento haced hueco a los distintos aspectos mencionados y veréis como en poco tiempo notáis los resultados.